Cómo entender los trastornos emocionales más comunes

El mundo emocional de nuestros animales de compañía debe de ser parte importante del cuidado y calidad de vida que les brindemos. El comportamiento que los cuidadores dan al animalito es fundamental para evitar problemas a largo plazo.

Psic. Fraga Ostos

La etología es una herramienta que nos ayuda a entender el comportamiento de los animales, aún no se conocen en profundidad los mecanismos neurológicos por los que se generan estados depresivos en nuestras mascotas, pero se sabe que al igual que nosotros, hay una gran implicación de la participación de sustancias neurotransmisoras y hormonales.

Si logras identificar alguno de los trastornos que te mencionaremos es importante que consultes con un etólogo las medidas para darle contención y un adecuado tratamiento

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Los 5 trastornos más comunes

Depresión

Se puede percibir por la inactividad, falta de interés, aislamiento, desórdenes alimenticios, falta de energía, exceso de sueño, cambios de comportamiento y carácter. Factores como los cambios de rutina, haber sufrido abuso, soledad, la muerte de una persona querida u otro animal de compañía con el que conviviese, pueden hacerle caer en este estado.

Trastorno Obsesivo-Compulsivo

Un TOC es cuando el animal repite ciertas acciones de forma descontrolada y obsesiva, por ejemplo, morderse la cola, lamerse o dar vueltas. Estos comportamientos pueden darse en caso de haber sufrido maltrato o abandono, haber vivido atado o en espacios pequeños, o por situaciones que le generen ansiedad.

Ansiedad

El Síndrome de ansiedad por separación suele darse en mascotas con dependencia emocional cuando se les separa de sus cuidadores o familia un tiempo prolongado. Se puede presentar que quiera intentar escapar de casa, ladrar, llorar, presentar taquicardia o auto-lesiones.

Fobias

Se presentan cuando la mascota tiene un miedo intenso y exagerado a algo, puede ser a un objeto, a personas o ruidos como las tormentas, truenos o pirotecnia. Como respuesta conductual, pueden presentarse temblores, tentativas de huida, tratar de evitarnos o amenazas a distancia.

Estrés post-traumático

Cuando un animal sufre vivencias traumáticas en su vida puede sufrir este trastorno que puede llevar incluso a la locura o pérdida de capacidades sociales. En estos casos necesitará una dosis extra de paciencia y un tratamiento etológico para que poco a poco vaya olvidando los traumas.

Para todo tratamiento que sea indicado y disminuir estos trastornos, existe algo fundamental que debemos tener: PACIENCIA Y AMOR, ya que posiblemente dentro del tratamiento se tengan que hacer rutinas muy estructuradas para ayudar a disminuir las conductas anormales.

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Pero, ¿por qué se producen los trastornos mentales?

En el caso de los perros, por algunos estudios científicos en conducta (Pavlov), en los primeros cuatro meses de vida se determina el comportamiento de adulto. Para cuidar su salud emocional, es necesario el ejercicio y la socialización.

Para lograr un adecuado equilibrio en nuestras mascotas, debemos procurar una “dinámica sana diaria”, saber cuáles son sus necesidades, cómo se siente feliz y cómo conseguir su bienestar y salud. Es de suma importancia en estos casos de tratamiento el completo involucramiento y compromiso de la familia para trabajar y realizar las tareas que se asignan.

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Ahora bien, es de suma importancia estar consciente de que tus emociones sí influyen en tu mascota. La alegría, ansiedad o tristeza son emociones conocidas por los animales, el olfato puede llegar a identificar a través de nuestras hormonas cuando vivimos un estado de miedo, ansiedad, rabia. Además, identifican y distinguen perfectamente el tono de voz. Pero saber cómo es el estado de ánimo de los humanos que les rodean también influye directamente en su comportamiento. “Siendo mamíferos, en su cerebro tienen todo lo necesario para sentir emociones y ser sensibles a las nuestras”.

La parte psicológica es muy importante ya que hace que el vínculo sea fortalecido y la emoción como la felicidad sea estimulada: Jugar con él, cepillarle, o simplemente hablarle le estimula, ellos también disfrutan de nuestra compañía, evita que pasen mucho tiempo solos, pero si esto no es posible por alguna circunstancia, puedes dejarle juguetes interactivos.

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