Isabel Martínez
Hasta hace poco, seguíamos creyendo cosas erróneas de los gatos, tanto, que aún tenemos muchas ideas y conceptos de uso común, por cambiar.
Hay mucho por hacer en la educación felina, pues comparativamente al perro, estudiar a los gatos a fondo es relativamente nuevo y fue minimizado durante mucho tiempo.
Incluso quienes amamos, lidiamos y disfrutamos todo el mundo de los gatos, dejamos pasar ciertas cosas erróneas de los gatos con las que hemos crecido, y que pasan desapercibidos a los ojos. Piensa que tan normal vemos aún estos errores:
Los ratones
Esta idea de que el ratón es la presa normal de los gatos viene de su naturaleza feral. Obviamente, pero hoy en día no debe verse como un “trabajo” cazar roedores. En el mundo moderno, es absurdo que hagamos competir a dos especies. Sabemos que los roedores son autolimitantes, y si abundan en algún lado, es porque sobra basura, suciedad y desorden. Los gatos no deberían ser arriesgados a mordidas, enfermedades y parásitos, por nuestra incapacidad de arreglar un problema de higiene.
Jugar con bolas de estambre
Una de las cirugías más complicadas, riesgosas y aún muy frecuente, es la extracción de cuerpo extraño lineal. Es decir, cuando algo largo y delgado es ingerido y se va enredando en el intestino, con el enorme riesgo de anudar un tramo con desenlace fatal. Bueno, ¿cuántas bolitas de estambre vemos aún en los íconos de “juego” de un gato? ¡No más! Tenemos juguetes diseñados seguros. Alejemos ese enorme riesgo de nuestras ideas “normales”.
El hueso de pescado
El símbolo de “comida de gato” por excelencia. Es en realidad, la representación de las sobras que los gatos de callejón comían, por carecer de empatía y alimentación correcta. No sólo es innecesario, sino que es muy riesgoso dejar que un gato coma pescado hasta las espinas. Las más pequeñas pueden atorarse en el tracto digestivo.
¿De qué forma SÍ está bien que los gatos sean representados como pescadores?
El gato en el tejado, valla, barda o cerca
Garfield, Tom, Félix… casi cualquier gato ha sido representado cantando, bailando, filosofando o enamorándose en un escenario así, de calle o callejón, con la luna de fondo. Sólo que, para ello, se requiere que ese gato salga comúnmente de casa por las noches, con todos los riesgos e irresponsabilidades que representa. Normalizar esto hace que mucha gente crea “cruel” no dejarlo salir, y se complica la labor de educar para ser buenos tutores.
Cada que veas una imagen de este tipo, ¡si puedes dile a quien la utiliza que hay muchas mejores formas de representar a nuestros amados gatos!
